LAS PERSONAS MAS IMPORTANTES NO SE BUSCAN, LA VIDA TE LAS PRESENTA
Cuando buscas desde la ansiedad, buscas desde la parte que se siente niño e incompleta, no construyes relaciones, más bien fabricas dependencias.
Cuando encuentras desde la calma, encuentras desde la parte que se siente adulta y receptiva, no esperas que satisfagan tus reclamos infantiles, más bien creas colaboraciones.
Por eso, el amor consciente no se busca. Al amor consciente se lo llama. ¿Cómo?
Primero haciéndote cargo de tu niño interior.
Segundo, dando en tu corazón un lugar a partes iguales a tu madre y padre.
Tercero, poniéndote en paz con tu destino momento a momento.
Recuerda: La vida no te presenta a quién cumple tus expectativas. Aquí retrocedes a la infancia.
La vida te presenta a quién transforma tus emociones. Aquí avanzas a la sabiduría.